
La guardería
Un montón de nacimientos seguidos hace que estemos desbordados y que hayamos tenido que improvisar una pequeña guardería de terneras en la cuadra. En ella conviven, las ya conocidas, Cleopatra III y Tintina con otras seis pequeñas y con una vaca nodriza que, dicho sea de paso, guarda su leche para su hijita y para las que le caen en gracia, apartando a las demás a cabezazos en cuanto se acercan a sus ubres.
Para que todas puedan alimentarse correctamente, tenemos que preparar unos cuantos biberones y eso nos supone bastante trabajo extra. Pero es una gozada verlas jugar y corretear juntas.
Criar así juntas a todas las pequeñas es muy bonito, pero tiene sus problemas. Hay que vigilar que las más mayores no abusen de las pequeñas y les «roben» la leche que les corresponde. También hay que tener especial cuidado cuando alguna se pone enferma para que no se convierta en una epidemia que se extienda al resto de terneritas.
Es dificil saber que pasa por la cabeza de una vaca pero, conociéndolas un poco, estoy segura que aquí, en la guardería van a germinar relaciones de amistad duraderas que les van a hacer mucho más agradable su vida en el establo.