
Pirata
Pirata, el gatito tuerto, está resultando ser de lo más espabilado. Me recuerda un poco al pollito explorador porque siempre anda por ahí investigando el mundo que le rodea y buscando un trago de leche que llevarse a la boca. Así que «mamá gato» anda de cabeza intentando vigilarlo para que no le pase nada malo.
Su otro hermanito es mucho más tranquilo y desconfiado. Apenas se aleja de su madre. Así que, cuando Pirata se aburre de estar jugando con él siempre en el mismo sitio, lo deja en su zona de confort y se lanza él solo en busca de aventuras. Lo mismo se acerca a las terneras, que a los otros gatos o viene a nuestro lado a pedirnos que llenemos de una vez el cuenco de la leche. Ni siquiera le dan miedo nuestros perros y eso no lo habíamos visto nunca en la cuadra.
Parece que lo de ser tuerto no solo no le supone ningún problema, sino que le ha hecho desarrollar más habilidades sociales.
Y es que, nunca ha habido en la cuadra otro gato tan atrevido…