
Tiempo de violetas
Me encanta el sutil aroma de las violetas. Y, en teoría, se cómo conservarlo. Basta secar las flores a la sombra, pulverizarlas y mezclarlas con sal.
Sin embargo, con las que aparecen por los alrededores de la granja poco se puede hacer porque son violas hirtas; de la misma familia que las olorosas, a las que científicamente se llama violas odoratas, pero sin nada de olor.
A estas dos «hermanas» es difícil distinguirlas a primera vista. Pero tienen sus diferencias. La violeta hirta presenta vellosidades (en inglés se la conoce como hairy violet o violeta peluda), sus flores son algo más pequeñas, y sus hojas, en forma de corazón como las de la odorata, presentan una forma un poco más alargada.
Es una planta modesta. Apenas llega a medir unos 10 cm. Cuando florece, los pedúnculos se inclinan como si las flores quisieran rendir pleitesía. De este modo consiguen que los frutos caigan directamente a la tierra.
En Francia se les llama flores de marzo y tienen razón, porque (al menos en esta parte del mundo) es en este mes cuando florecen y se pueden ver por cualquier esquina.
En la granja están por todas partes pero, sobre todo, rodeando a uno de los viejos robles. Así, que si bien no podemos disfrutar de su olor, estos días nos deleitamos la vista con la sencilla violeta hirta.